Cualquiera Puede Hacer Una Diferencia

Cualquiera Puede Hacer Una Diferencia

Hay veces que debemos vivir la vida de otros, ponernos en sus zapatos, para así comprender como viven y cuanto realmente necesitan. Esta es la historia de dos mujeres y la determinación de ambas por ayudar a los ancianos del Líbano, comenzando en Karim el Zeitoun.

Muchas veces nos envolvemos tanto en nuestras propias vidas que no miramos a nuestros alrededor, no abrimos los ojos y nuestros corazones para ver las necesidades de nuestros vecinos.

Hay veces solo necesitamos un empujoncito hacia lo desconocido para abrir nuestros corazones un poco mas, y poder ayudar a nuestros semejantes, aquellos que están necesitados. La hija de Sandra A Mansour le dio ese empujoncito. “¡Mama, tienes que hacer algo!” La hija de Sandra le rogaba a su madre, porque no hay duda de que las madres tienen ese poder mágico de poder ayudar a los demás, bueno… o por lo menos sus hijos piensa así. Sandra si hizo algo. Con al ayuda des su amiga Diana Tannoury comenzaron un programa en Karm El Zeitoun para llevar ayuda a los ancianos necesitados . Durante la época navideña de 2013, Diana y Sandra se reunieron con la Hermana Ann Sauve una americana que viene viviendo en el Líbano por mas de 50 años y esta a cargo de la clínica en Karm el Zeitoun que provee cuidado medico básico a aquellas personas de bajo ingresos o de no ingresos. Desde aquí, las dos amigas entregaron 150 cajas de comida, que fueron donadas por amigos de los ancianos en Karm el Zeitoun . Esta ayuda inicial desarrollo en el programa de Adopte un Anciano.

¿Cómo comenzó y porque los ancianos? No es parte de nuestra cultura, creencia de nuestra sociedad y la idiosincrasia libanesa de que es nuestra obligación cuidar de nuestras familias especialmente nuestros ancianos padres? Luego de regresar de un viaje escolar a esa área tan pintoresca y residencial de Karm el Zeitoun , un sitio que llama tanto la atención por ser bella , un poco melancólica, con sus calles serpenteantes que suben y bajan entre los viejos edificios de apartamentos y casitas y enormes arboles frondosos cuyas raíces rompen el concreto de las aceras. Es una vieja y media olvidada parte de Beirut igual que muchos de sus habitantes. La sensible hija de Sandra se percato de la necesidad de estos ancianos, muchos de los cuales estaban enfermos y peor que todo, se encontraban también aislados y solitarios.

En la actualidad se están ayudando a 10 ancianos del área. “Cada uno tiene una historia,” nos explica Diana. “Había una anciana con un hijo mayor discapacitado. Conocimos dos hermanas ambas bajo tratamiento de quimo terapia, otra familia compuesta por madre e hijos la cual una de ellas necesitaba diálisis.” Los fondos privados donados están limitados y proveen ayuda limitada ya que no hay respaldo o ayuda de programas gubernamentales como por ejemplo beneficios sociales o seguro social.

Sandra y Diana junto con la Hermana Ann hablaron y analizaron la situación buscando un remedio una solución duradera. “Decidimos fundar un programa de adopción, y lo llamamos Adopte un Anciano, para lograr que estas personas pudieran obtener asistencia medica , el pago de alquileres de vivienda, y poder adquirir alimentos y otras cosas necesarias. Algunos no tienen dinero ni para la electricidad ni para agua. Algunos no pueden limpiar sus casas ni cuidar de su propia higiene,” nos dice Diana.

“Quisiera que estos ancianos pudieran pasar sus últimos años con dignidad y seguridad, bien atendidos , no tener que preocuparse por nada y que no mueran por falta de atención medica,” añade Sandra. Como seres humanos tienen el derecho de vivir sus vidas con tranquilidad. “Quisiéramos que el gobierno se preocupara por esta situación. Nuestro gobierno tristemente le da la espalda a los ancianos.

Hay muchas entidades y programas caritativos como la NGO Y UN organizaciones que proveen asistencia en el Líbano, y tienen una recaudación de fondos que trae grandes sumas de dinero. Pero lo malo es que cuando escribimos un cheque para estas organizaciones o ponemos dinero en efectivo en un recipiente durante la época de días feriados y festivos permanecemos emocionalmente separados de esta gente que tienen tanta necesidad, y luego nos olvidamos de ellos. Sin embargo, “cuando podemos ver personalmente como viven, sus necesidades y sus sufrimientos, entonces podemos entender y comprendemos que sí hay que hacer algo,” nos dice Sandra. Este es un tipo diferente de caridad porque estamos envueltos, buscando a estas personas para brindarles esa ayuda que tanto necesitan. Diana contempla la idea esencial de despertar los sentidos, siendo testigo personal de la necesidad en nuestras comunidades y entonces laborar para resolver la situación.

“Queremos que la gente despierte y vea el problema de estos ancianos personalmente, que vean el sufrimiento de otros y que ayuden y no les pasen por el lado sin realmente ver. Nosotros como libaneses necesitamos hacer mas para llenar el vacío que nuestro gobierno ha dejado. Muchas organizaciones han comenzado a poner mas presión en nuestro gobierno como por ejemplo organizaciones que promueven la protección de los derechos de la mujer. Debemos continuar en la misma dirección. El Líbano es un país que esta comenzando a despertar de un profundo sueño pero con la ayuda de sus habitantes esta fase pasara y estaremos en camino hacia delante.”

La esperanza se convierte en desesperanza si nuestros sentimientos se quedan fríos sin tocar y sentir los sufrimientos ajenos , pues entonces no hay nada dentro de nosotros que nos mueva a luchar para hacer algo que haga una diferencia en aquellos que sufren y necesitan en nuestro mundo, nuestras comunidades, u nuestro HOME/HOGAR. De acuerdo a Diana “todo comienza con algo pequeño y entonces va creciendo y se convierte en algo grande.”

Para ayudar a al gente de Karm el Zeitoun o para hacerse miembro del programa Adopte un Anciano favor de comunicarse con Sandra A Mansour apartado electrónico Siguiente: Sandroun@yahoo.com o con Diana Tannoury at, dianatannoury1@gmail.com.

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